Un reporte reciente, preparado por miembros del Congreso de EE.UU., establece que “No obstante, el cáñamo y la marihuana son formas genéticamente distintas del cannabis que se distinguen por su uso y composición química, así como por las distintas prácticas de cultivo en su producción. Mientras que la palabra marihuana generalmente se refiere a la planta cultivada que se usa como droga psicotrópica (ya sea por motivos medicinales o recreativos), el cáñamo se cultiva para su uso en la producción de una amplia gama de productos, incluyendo alimentos y bebidas, productos de cuidado personal, suplementos nutricionales, telas y textiles, papel, materiales de construcción y otros bienes manufacturados e industriales. El cáñamo y la marihuana también tienen definiciones estatutarias separadas en la ley de EE.UU.”
Antes de la aprobación de la Ley Agrícola del 2018 en los EE. UU., tanto el cáñamo como la marihuana estaban clasificados como sustancias controladas de la Lista I de la DEA, definidas como “drogas sin uso médico actualmente aceptado y con un alto potencial de abuso. Algunos ejemplos de drogas en la Lista I son: heroína, dietilamida de ácido lisérgico (LSD), marihuana (cannabis), 3,4-metilendioximetanfetamina (éxtasis), metacualona y peyote”.
A pesar de que la Ley Agrícola del 2018 relajó las restricciones sobre el cultivo, la producción y la comercialización del cáñamo en EE.UU, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) conserva la supervisión reguladora. Sin embargo, la FDA aún no ha determinado qué regulaciones se aplicarán al cáñamo y los productos del cáñamo, como el CBD. Actualmente, la FDA “Continúa evaluando los marcos regulatorios para productos que contienen cannabis y compuestos derivados del cannabis”.
Por ley, el cáñamo se define como “la planta Cannabis sativa L. y cualquier parte de esa planta, incluyendo las semillas y todos los derivados, extractos, cannabinoides, isómeros, ácidos, sales y sales de isómeros, que estén en crecimiento o no, con una concentración de delta-9-tetrahidrocannabinol (Δ-9THC) no superior al 0.3 por ciento en peso seco”. El cáñamo puede ser utilizado para alimentos, ingredientes alimentarios, productos corporales y cosméticos, suplementos dietéticos, textiles, telas y otros bienes manufacturados.
Por otro lado, la “marihuana” se define por ley como “cualquier parte del género de plantas Cannabis, ya sea en crecimiento o no; las semillas de la misma; la resina extraída de cualquier parte de la planta, incluidos el hachís y el aceite de hachís; cualquier compuesto, manufactura, sal, derivado, mezcla o preparación de la planta, sus semillas o resina. No incluye los tallos maduros de la planta; la fibra producida a partir de los tallos; el aceite o la torta hecha de las semillas de la planta; cualquier otro compuesto, manufactura, sal, derivado, mezcla o preparación de los tallos maduros (excepto la resina extraída de ellos); o la semilla esterilizada de la planta que no es capaz de germinar”.
Legalmente, la mayor diferencia es que el cáñamo y todos los productos derivados del cáñamo (más comúnmente el cannabidiol, o CBD) han sido removidos de la Lista I de drogas de la Agencia Antidrogas (DEA). La marihuana, que deriva de una planta totalmente distinta, permanece en la Lista I principalmente por sus niveles más altos de THC, o tetrahidrocannabinol. ¿Por qué? Porque el CBD NO tiene propiedades psicoactivas, mientras que el THC si. En otras palabras, el CBD no lo drogará mientras que el THC sí le causará euforia.
El cáñamo se ha cultivado alrededor del mundo por milenios; existe evidencia de que los humanos han cultivado el cáñamo por más de 10,000 años. La planta parece ser originaria de Asia, pero se difundió rápidamente debido a su utilidad como alimento, aceite y fibra. Es una de las fibras textiles más antiguas del mundo. El cáñamo llegó al hemisferio occidental en el siglo XVI y se usó para hacer cuerdas, telas para velas, papel y otros materiales. La producción de cáñamo en los EE. UU. se detuvo esencialmente después de la aprobación de la Ley del Impuesto a la Marihuana en 1938, aunque la producción continuó en algunas partes del mundo. La producción de cáñamo experimentó una revitalización durante la Segunda Guerra Mundial debido a la necesidad de cuerdas y otros materiales, pero pronto fue prohibida de nuevo.
Hay unas cuantas teorías de tipo conspirativo con respecto a la prohibición de la producción de cáñamo. Una teoría famosa es que William Randolph Hearst presionó por la prohibición porque temía que el papel hecho de cáñamo pudiera reemplazar el papel hecho de madera (y él tenía extensas propiedades madereras). Otra teoría es que Andrew Mellon, quien era Secretario de Tesorería en 1938, tenía inversiones en las primeras compañías de plásticos y fibras sintéticas. Hay quienes sostienen que el racismo fue la causa real de la prohibición del cáñamo; durante los primeros años del siglo XX, la información dada a los legisladores fue que la marihuana era una droga peligrosa y que la mayoría de los usuarios eran personas de color. La película “Reefer Madness”, un clásico de culto, promovió el concepto de los “adolescentes enloquecidos” bajo la influencia de la marihuana. Sin importar las razones dadas, la prohibición de la producción de cáñamo fue, esencialmente, el resultado de una reacción exagerada a la marihuana como droga y un malentendido de la diferencia entre la marihuana y el cáñamo. Independientemente de los sentimientos personales de cada individuo sobre el uso de la marihuana como droga, uno podría razonablemente argumentar que las otras drogas en la Lista I de la DEA, como la heroína, el LSD, el éxtasis y el peyote, son más peligrosas.
Figura 1: Póster de Reefer Madness
Hoy en día, el cáñamo puede ser utilizado para producir comida, productos de cuidado corporal, papel, telas, biocombustible, materiales de construcción, textiles, cuerdas y varios otros materiales y productos, incluyendo el cannabidiol o CBD. El cáñamo es altamente biodegradable y hay mucho interés en su uso para reemplazar los plásticos. Toda la planta puede ser usada, pero para la extracción de CBD, se utilizan principalmente las hojas (que contienen tricomas, las glándulas productoras de cannabinoides) y los tallos.
Como alimento y fuente de aceite de semilla de cáñamo, el cáñamo es muy nutritivo. El cáñamo es una proteína completa que provee todos los aminoácidos esenciales. Las semillas de cáñamo tienen un alto contenido de hierro, zinc, calcio, azufre, magnesio y potasio, y contienen ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6. El cáñamo también es rico en vitamina E, betacarotenos, vitaminas B y esteroles vegetales.
El aceite de semilla de cáñamo se deriva de las semillas de la planta de cáñamo y solo contiene trazos de CBD, ya que el cannabinoide es producido en una planta madura. El aceite de semilla de cáñamo se puede utilizar como un nutritivo aceite de cocina y para el cuidado del cuerpo; es un aceite hidratante y humectante que también contiene antioxidantes como los betacarotenos y la vitamina E.
El cáñamo industrial se puede cultivar en muchos climas y suelos diferentes y es razonablemente resistente a las plagas y enfermedades, sin embargo es susceptible a las enfermedades fúngicas.Crece mejor en suelos francos, sueltos y bien aireados y debe ser fertilizado regularmente.
Otra diferencia entre el cáñamo y la marihuana es que la marihuana tiende a ser cultivada en pequeñas áreas controladas, a menudo en contenedores individuales; de ahí viene la palabra en inglés pot (maceta) para describir la marihuana. En cambio, las plantas de cáñamo son plantadas bastante cerca entre sí, para fomentar el crecimiento de fibras de cáñamo largas y delgadas.
Además, otra diferencia radica en los usos del cáñamo y la marihuana. El cáñamo tiene muchos usos diferentes, mientras que la marihuana tiene un uso principal: como droga. (Ver Tabla 1 para un resumen de las diferencias)
Existen claras diferencias en el patrón de fitoquímicos (sustancias vegetales) entre el cáñamo y la marihuana. Los principales fitoquímicos del Cannabis incluyen cannabinoides, terpenos y fenoles (flavonoides) junto con ácidos grasos, aminoácidos y otros compuestos que incluyen variantes y metabolitos de todas estas sustancias.
La mayor diferencia es que todas las cepas de cáñamo contienen bajas cantidades de THC mientras que contienen altas cantidades de CBD. De hecho, este es el criterio por el cual los botánicos distinguen entre el cáñamo y la marihuana: el cáñamo tiene una alta proporción de CBD a THC.
Los tipos de cannabinoides que se encuentran en la planta de Cannabis (y en su mayor parte, únicamente en el Cannabis) se convierten, por un proceso llamado descarboxilación, en los cannabinoides más conocidos, que incluyen los siguientes:
Por razones que probablemente estén basadas en la genética del cáñamo, la planta produce muy poco THC, siendo el CBD el cannabinoide más común en el cáñamo.
Figura 2: Un ejemplo de los tricomas de cannabis. Publicado en el dominio público por Psychonaught (charla)
En gran parte, los cannabinoides son sintetizados en los tricomas de la cabeza floral de la planta. Los tricomas son glándulas vegetales que parecen pelos y también se pueden encontrar en las hojas y los tallos de la planta.
Con base a un análisis genético, se ha determinado que el cáñamo y la marihuana son dos cepas botánicamente diferentes; en otras palabras, estas dos plantas están relacionadas, pero más como primas que como hermanas. Un informe reciente sobre las diferencias genéticas afirmó que “Utilizando 14,031 polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) genotipados en 81 muestras de marihuana y 43 de cáñamo, mostramos que la marihuana y el cáñamo se diferencian significativamente a nivel de todo el genoma, lo que demuestra que la distinción entre estas poblaciones no se limita a los genes que subyacen a la producción de THC”. Dicho de otra manera, el cáñamo y la marihuana son plantas diferentes, pero las diferencias van más allá de la producción diferencial de THC. Estas diferencias genéticas son la base de las divisiones botánicas de las diferentes cepas de plantas.
¿Cómo es que el cáñamo y la marihuana llegaron a ser tan distintas genéticamente? La respuesta yace en la reproducción selectiva de las plantas. El cáñamo fue cultivado selectivamente por la fuerza de sus fibras, su valor nutricional y su mayor producción de semillas. La alta producción de CBD parece haber sido fortuita. De hecho, cuando los hermanos Stanley, fundadores de Charlotte’s Web y unos de los primeros productores de productos de CBD, se dieron cuenta de que sus plantas producían grandes cantidades de CBD, pensaron que habían cometido un error: ¿quién querría una planta que produjera CBD? La marihuana, por otro lado, fue selectivamente cultivada por su alta producción de THC. Actualmente, la cepa de marihuana con el contenido más alto de THC es The White, con un promedio de 24.3% de THC. En el extremo inferior, una cepa puede tener un 3% de THC (10 veces más que lo que está permitido en los productos de CBD).
Químicamente, tanto el CBD como el THC son cannabinoides, pero con moléculas diferentes. Las diferencias están marcadas con círculos amarillos en la Figura 3. Podría parecer que no hay mucha diferencia, pero el cuerpo reconoce estas disimilitudes y, lo que es más importante, responde de manera distinta al CBD y al THC.
La diferencia principal es que el CBD no es psicoactivo y no te droga, mientras que el THC es responsable del conocido efecto de la marihuana.
El CBD y el THC se unen a distintos receptores moleculares, y estos receptores, conocidos como CB1 y CB2, se encuentran en diferentes partes del cuerpo. El THC se une a los receptores CB1 (encontrados principalmente en el cerebro y la médula espinal) y produce una sensación de euforia. El CBD, por otro lado, se une a los receptores CB2, que se encuentran en las células inmunes, las células nerviosas periféricas y el sistema digestivo. Sin embargo, la unión del CBD al receptor CB2 es más sutil: cambia la forma del receptor hasta cierto punto y al cambiar la forma, puede alterar la función.
Figura 3: Las estructuras químicas del THC y el CBD. Las diferencias químicas están señaladas por los círculos amarillos.
Puede que hayas visto productos como el aceite de semilla de cáñamo, el aceite de cáñamo, el aceite de CBD y otros. ¿Existen diferencias entre ellos? Sí, y aquí están:
El aceite de cannabis también se conoce como aceite de hachís o de miel y se deriva de las plantas de marihuana, no del cáñamo. También se conoce como “dabs” o “BHO“. El contenido de THC puede variar, pero el THC es el principal cannabinoide en el aceite de cannabis. Debido a que contiene THC, te drogará y te hará “volar”.
El aceite de cannabis tiene que ser extraído de los brotes o flores de la marihuana. Los métodos de extracción son los mismos que se utilizan para la extracción de CBD: con un solvente o con CO2. La “B” en BHO representa el solvente butano, aunque este método es riesgoso porque el butano puede permanecer en el aceite como contaminante.
El aceite de cannabis se puede vapear, tomarse por vía oral, usarse tópicamente o añadirse a comestibles.
Hay muchas diferencias químicas, genéticas y de uso entre el cáñamo y la marihuana. Y, lo que es más importante, hay diferencias entre los principales cannabinoides comerciales, CBD y THC, que se producen a partir del cáñamo y la marihuana.
La diferencia crucial entre el CBD y el THC es que el CBD no es una sustancia psicoactiva, mientras que el THC si. Estas sustancias tienen diferentes estructuras químicas y acciones distintas en el cuerpo; se derivan de dos plantas diferentes que resultan ser primas en la misma familia… y si tienes primos, ¡sabes lo diferentes que pueden ser!
La tabla 1 es un resumen de las principales diferencias entre el cáñamo y la marihuana, además, entre el CBD y el THC.
Tabla 1: Resumen de las diferencias entre el cáñamo y la marihuana
Cáñamo | Marihuana | |
Nivel de THC | Bajo | Alto (oscila entre ~3 y 27%, dependiendo de la cosecha) |
Nivel de CBD | Alto | Bajo |
Legal | Si, si el nivel de THC es ≤0.3% |
|
Psicoactiva | NO | SI |
Altura de la planta |
|
|
Tipos de productos |
|
Uso como droga medicinal y recreativo |
Partes usadas |
|
Flores y brotes |